En Inmesol es primordial garantizar la seguridad de nuestros grupos electrógenos. Por este motivo, en la fase final de fabricación realizamos numerosas pruebas de verificación. Al tratarse de máquinas que generan energía eléctrica, en este proceso toman especial relevancia las pruebas de seguridad eléctrica.
Además de las pruebas de carga –se constata que los grupos electrógenos suministran la energía para la cual han sido diseñados–, los equipos se someten a un exhaustivo protocolo de pruebas que incluye la comprobación del correcto funcionamiento de las protecciones eléctricas –magnetotérmicos y diferenciales– y la verificación equipotencial y de aislamiento eléctrico. Estas últimas verificaciones resultan imprescindibles para constatar que, ante cualquier fallo o derivación, los equipos ofrecen la seguridad necesaria. En Inmesol las realizamos en este orden y de la siguiente manera :
1º. Ensayos de verificación de la protección equipotencial
Estos ensayosse realizan conforme al apartado 18.2 de la norma EN 60204-1: Seguridad de las maquinas. Equipo eléctrico de las máquinas, y nos permiten comprobar que todos los componentes metálicos a los que tiene acceso el usuario están conectados entre sí al borne principal de protección a tierra formando una correcta red equipotencial, de manera que, en caso de producirse una derivación o fuga estando el equipo en marcha, las protecciones eléctricas garantizarán que la corriente derive por la instalación de puesta a tierra.
Fundamentalmente, lo que se debe comprobar en esta prueba es que la resistencia eléctrica entre el borne principal de protección equipotencial y las partes metálicas a las que el usuario tiene acceso sea muy baja. Para comprobarlo, y dadas las características de nuestros grupos electrógenos, solemos aplicar una corriente de ensayo no inferior a 25 A, por lo que utilizamos una fuente de alimentación que suministra una tensión de hasta 24 Vac.
Con un multímetro digital medimos la resistencia entre los puntos del grupo que podrían entrar en contacto con el usuario durante el funcionamiento de la máquina y el borne principal de protección, y anotamos los valores; los cuales suelen oscilar entre los 8 y 36 m Ω. Aunque se trata de resistencias prácticamente insignificantes y la normativa no establece unos límites determinados, si obtenemos un valor que se aleja significativamente de los citados, rectificamos la interconexión de tierras, ya que la diferencia nos indica que en esa parte no hay continuidad. Esta revisión se lleva a cabo de manera exhaustiva para confirmar la continuidad en todas las piezas.
2º. Ensayos de aislamiento eléctrico
Estos ensayos se realizan de acuerdo al apartado 18.3 de la norma EN 60204-1 mencionada anteriormente, y sirven para comprobar que el aislamiento entre las partes activas del grupo electrógeno –las sometidas a tensión– y las no activas –las metálicas accesibles al usuario– es lo suficientemente fuerte.
El proceso de verificación consiste en medir la resistencia entre las partes activas del grupo y el borne principal de protección a tierra (puesto que todas las partes metálicas del grupo no activas ya están conectadas entre sí equipotencialmente hasta el borne principal de protección a tierra) aplicando una tensión de 500 Vdc.
Para estos ensayos, la norma sí establece un valor mínimo de resistencia, fijado en 1 MΩ, aunque las pruebas que se realizan son de varias decenas de MΩ o GΩ. En los últimos ensayos que hemos llevado a cabo en Inmesol, y a modo de ejemplo, la resistencia obtenida fue de 12,2 GΩ, lo que indica que, efectivamente, el aislamiento es muy alto.