Hace menos de un año, la empresa surcoreana LG lanzó al mercado la primera televisión OLED de pantalla curva. El diseño reproduce la forma del ojo humano para que la pantalla, de solo 4mm de grosor, se adapte a nuestro ángulo de visión y percibamos mejor los detalles de las imágenes. Además, el modelo incorpora una tecnología WRGB ( 4 colores por píxel, incluyendo el blanco) que intensifica los tonos y contrastes de los colores, de tal manera que las imágenes parecen mucho más “reales”.
Ahora, hace apenas unas semanas, la empresa de electrónica de consumo ha vuelto a sorprendernos al presentar una pantalla de televisión de alta resolución completamente flexible y enrollable. El modelo todavía no está a la venta, pero ya existen imágenes del producto (ver vídeo de abajo).
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La pantalla es tan fina que puede enrollarse formando un cilindro de unos 3 centímetros de diámetro y trasladarla con nosotros como si llevásemos el periódico bajo el brazo; tiene un tamaño de 18 pulgadas y una resolución de 1280 x 810 píxeles. Al curvar la pantalla, las imágenes siguen mostrándose normalmente, sin verse afectadas por la manipulación del panel.
En lugar de plástico convencional, LG ha utilizado una película de poliamida para su creación: un material que ha permitido minimizar al máximo el grosor de la pantalla y hacerla flexible. Aunque la compañía no ha mencionado nada al respecto, sin duda la tecnología que hay detrás de esta pantalla de televisión futurista podría ser aplicada a otros dispositivos electrónicos. No es difícil imaginar smartphones, tabletas, smartwatches y otros gadgets de pequeño formato que pudieran desplegarse para interactuar más cómodamente con ellos cuando fuera necesario. LG tiene planeado comercializar este nuevo modelo de televisión en 2017.