- « La Capa Rochester» es un sistema sencillo y de bajo coste
- El sistema funciona en todo el espectro de luz visible
La ciencia ficción ha recurrido a menudo a la fantasía humana de la invisibilidad. El cine, los cómics, los videojuegos o la literatura (Susan, “La mujer invisible”,de Marvel Comics o El hombre invisible, de H.G. Wells, son un buen ejemplo) nos han hecho fantasear con esa posibilidad que ahora abandona el campo de lo improbable para hacerse factible.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Rochester (Nueva York) ha creado un dispositivo capaz de ocultar al observador objetos de tres dimensiones desde distintos ángulos de observación y para todo el espectro visible de la luz. El equipo ha denominado al dispositivo «La Capa Rochester».
Aunque anteriormente ya se había experimentado con las capas de invisibilidad y se había conseguido que funcionaran bien cuando el sujeto se situaba en línea recta respecto al objeto, es la primera vez que se logra mantener la invisibilidad incluso cuando el observador varía su posición; es decir, cuando se observa el objeto desde diferentes ángulos. Y es la primera vez que un sistema de ocultamiento resulta ser tan (asombrosamente) simple.
Hasta ahora, los físicos que están trabajando en el proyecto han conseguido hacer invisibles al ojo humano objetos como una mano, una cara, una regla o un lápiz sin dejar de ver el fondo con nitidez; sin embargo, el sistema que han utilizado es capaz, potencialmente, de ocultar cualquier tipo de objeto, sea cual sea su tamaño, ya que la Capa Rochester se puede escalar tanto como el tamaño de las lentes y para todo el espectro de luz visible. Es decir, el límite lo pone el tamaño de las lentes.
El profesor de Física John Howell explica (ver vídeo de arriba) que para crear la Capa Rochester se han utilizado cuatro lentes estándar que pueden encontrarse en cualquier establecimiento de óptica y otros materiales de bajo coste y de fácil acceso (apenas se han gastado 800 euros).
Al margen de crear la capa de invisibilidad con las lentes, otro de los retos del equipo era lograr un fondo sin distorsiones aunque cambiara el ángulo de visión, lo cual han conseguido determinando el tipo de lentes a utilizar y la distancia adecuada entre ellas.
Todavía es pronto para aventurar las muchas y diversas aplicaciones que se le pueden encontrar a este sistema de ocultamiento óptico de objetos. No obstante, Joseph Choi, miembro del equipo investigador, afirma que los cirujanos, por ejemplo, podrán operar sin que su mano sea un obstáculo visual, o que los conductores podrán ver a través de los puntos ciegos; además de citar el ejército, el diseño de interiores o el arte como ámbitos que pueden beneficiarse de su trabajo. El equipo ya ha cursado la patente para « La capa Rochester».
Como muchos buenos científicos, Howell y Choi tienen la capacidad de explicar de una manera sencilla sus conocimientos, y disfrutan con ello. Juntos han creado una página en la que explican en cuatro pasos cómo reproducir su sistema.