Hace unas semanas, los medios de comunicación se hicieron eco de una noticia que hoy queremos contribuir a difundir desde el blog: dos jóvenes físicos rusos se han propuesto construir la torre Wardenclyffe, más conocida como la torre Tesla, y demostrar así que el gran científico estaba en lo cierto, que la transmisión inalámbrica de energía –prácticamente gratuita y “limpia”– a larga distancia es posible.
El proyecto inacabado de un genio
Nikola Tesla fue un científico que se adelantó a su tiempo y al que hasta hace poco no se le ha hecho justicia. Nos dejó más de 700 inventos. Algunos cambiaron el mundo, entre ellos la corriente alterna (CA), y fue el precursor de todas las redes inalámbricas. Solo el hecho de que gracias a él disponemos de electricidad apretando un interruptor debería bastar para reconocerle su excepcional talento.
Sin embargo, nos dejó otro invento, el gran proyecto inacabado de su vida que, si se lleva a cabo ahora, podría modificar radicalmente la nuestra: la torre Tesla o lo que es lo mismo, un sistema sin cables para transmitir la electricidad de manera limpia y a un coste muy bajo a cualquier lugar de la Tierra. Tesla no pudo finalizar sus investigaciones, pero dejó muy bien descritos los principios sobre los que se sustenta su idea. Ahora, más de 100 años después, Leonid Plejánov y Serguéi Plejánov, dos físicos rusos, se han propuesto recuperar su sueño y hacerlo realidad en los próximos meses.
Quiénes son Serguéi Plejánov y Leonid Plejánov
Son hermanos. Según sus propias palabras, suelen llamarles “Bro” (de “brothers”, “hermanos” en inglés). Ambos nacieron en la región de Krasnoyarsk, en Siberia (Rusia). Leonid Plejánov se licenció en la Facultad de Física y Electrónica Cuántica en 2005 y está licenciado en Física Aplicada y Matemáticas. Le apasionan los proyectos que puedan contribuir al desarrollo de la humanidad y de las tecnologías innovadoras. Es el fundador y líder del proyecto. Serguéi Plejánov también se licenció en Física Aplicada y Matemáticas y comparte con Leonid su pasión por los proyectos innovadores. Es el responsable científico del proyecto.
La campaña de ‘crowdfunding’
Tras cinco años de investigación teórica y aplicada, los dos científicos rediseñaron la torre Tesla basándose en sus mismos principios, pero utilizando materiales modernos y componentes electrónicos avanzados. Con el apoyo de la Fundación para la Conservación del Legado de Tesla (ubicada en Serbia) presentaron los resultados de su trabajo en el Instituto de Física General de la Academia de Ciencias de Rusia, donde fueron discutidos. Ahora afirman que su equipo está preparado para erigir la torre entre este mes de agosto y septiembre. 
A principios del pasado mes de junio pusieron en marcha en el portal de Internet Indiegogo la campaña de ‘crowdfunding’ Construyamos un transmisor planetario de energía, campaña con la que esperaban recaudar los 800.000 dólares que necesitan para desarrollar todas las fases del proyecto. Las normas de este portal estipulan un plazo máximo de dos meses para mantener activa una campaña, y quizá no ha sido un plazo suficiente. A tres días de su finalización (cuando escribimos este artículo) apenas han conseguido un 10 % de la cantidad solicitada, pero ya han confirmado a través de su perfil en Facebook que piensan seguir adelante con la construcción. Utilizando esta misma red social nos hemos puesto en contacto con ellos para preguntarles al respecto, y nos han explicado que el proyecto no se detiene y que buscarán otros medios para terminar de financiarlo. Y es que, una vez construida la torre, empieza la fase de obtención y evaluación de los resultados.
El principio en el que se basa la torre, simplificado
La humanidad ya dispone de una fuente inagotable de energía: el sol. De hecho, la cantidad de energía que “absorben” los paneles solares que actualmente están instalados en los desiertos sería suficiente para abastecer a toda la población mundial si la tecnología permitiera “trasladarla” a cualquier parte del planeta.
El sistema de transmisión de energía que ideó Tesla utiliza la superficie del suelo como un “cable” por el cual es posible transmitir energía eléctrica a grandes distancias; es decir, se trata de aprovechar la propia conductividad de la Tierra. La ingeniería eléctrica ha trabajado desde sus inicios sabiendo que la Tierra es un conductor, pero no había resuelto cómo transmitir grandes cantidades de energía eléctrica a grandes distancias y de manera eficiente. La Torre Tesla resuelve el problema acoplando torres como si fueran circuitos de resonancia,y sin dañar el medio ambiente. A pesar de lo que tal vez pudiera pensarse, este sistema es inocuo para los seres vivos: las corrientes eléctricas quedan “diluidas” al distribuirse por la enorme superficie de la Tierra, de tal manera que apenas son detectables. Por otro lado, la pérdida de energía que supondría transmitir electricidad de un punto de la Tierra a sus antípodas sería menor del 1 %. Podéis consultar una explicación resumida del proyecto aquí y los detalles de los principios en los que se basa la torre en este artículo.
Recuperación del legado de Tesla
La admiración de los hermanos Plejánov por Nikola Tesla se concreta en un objetivo que va más allá de la construcción de la torre: se proponen –si consiguen la financiación para ello– traducir y estudiar todos los documentos que dejó el científico (sus archivos se conservan en el Museo Tesla de Serbia) porque, aunque cueste creerlo, la mayoría de ellos nunca han sido estudiados con rigor. Recuperar su legado, ponerlo en valor y eventualmente descubrir entre sus notas conocimientos significativos para la ciencia es, desde luego, la mejor manera de rendirle tributo. En la imagen de abajo vemos detallado el “Mapa de ruta” de Leonid y Serguéi Plejánov : 